viernes, 22 de agosto de 2014


¿Cómo está tu vida?  A veces las personas están agobiadas por un tema de pareja, por ejemplo, o de trabajo o salud, y sienten que toda su vida es esa área.
Sin embargo, al ver tu vida como una torta dividida en varias partes, puedes darte cuenta de que hay otras áreas también importantes, que requieren atención y en las que muy probablemente tienes cierta satisfacción, y que te pueden servir de plataforma para impulsarte a realizar los cambios que necesites hacer en las otras.

Esa torta de tu vida dividida en secciones es lo que llamamos en coaching la rueda de la vida. Hay varios modelos. Te la presento aquí en la imagen de esta nota, para que te sirva de guía. La divido de la siguiente manera: Familia de origen y actual. Salud. Pareja. Trabajo, economía personal. Amigos, Vida Social. Recreación, hobbies. Estudios, superación personal. Vida espiritual, contribución a los demás, a la comunidad y al planeta.

Te invito a que imprimas la imagen de esta nota.  En el área de Ambiente físico, puedes incluir tu contribución al entorno y a los demás. También puedes usar sólo la rueda y anotarle las áreas señalas en el párrafo anterior para incluir la espiritualidad.
Tómate unos minutos para hacerlo con tranquilidad, humildad y sinceridad. Es sólo para ti.

Asígnale a cada porción un puntaje según tu satisfacción en esa área: 0, que está en el centro de la rueda, indicaría nula satisfacción y 10 lo máximo de alegría (objetivamente casi nada tiene 10 porque nada es totalmente perfecto)

¿Qué tal tu salud? ¿Cuánto le das? Si está en un 5, marca una raya en el cinco. ¿Qué tan satisfecho estás con tu relación de pareja? Si no tienes pareja y estás contento en este momento con no tenerla, puedes asignarle un puntaje alto a esta área porque lo que estás señalando es tu satisfacción actual. Si quieres un cambio en esa área, indicarías una puntuación distinta.

Luego de que tengas un puntaje para cada área, y su respectiva rayita, traza una línea para unir cada raya de cada porción. Eso te daría una figura que se parecería a una rueda.

¿Qué tan redonda te quedó? ¿crees que rodaría con fluidez, o los picos son tan pronunciados que requerirías hacer cambios?

Este esquema te sirve para ver la vida desde otras perspectivas. Has estado demasiado centrado en sólo una o dos áreas? ¿Sientes que el problema de pareja o laboral es como tener toda tu existencia en forma de nube gris pesada sobre tu cabeza? Bájala, obsérvate a ti en el centro de tu rueda y date cuenta que ésa es solamente una de las áreas de tu vida, no es tu vida completa. Tú estás en el centro. Obsérvate en el centro y dale a cada cosa su lugar.

La salud es importante, claro está, y dirás que si no tienes salud no tienes vida. Pero también observa las otras áreas. En la espiritualidad puedes encontrar un respiro y ver qué te quiere enseñar una enfermedad, qué tienes que sanar para trascender como hijo de Dios, abrirte a recibir sanación, por ejemplo.

También puedes usar esta rueda para fijarte metas por áreas y establecer prioridades. 

Tu contribución al entorno
En el área de la espiritualidad. Pregúntate: ¿Soy altruista? ¿Vivo sólo por lo material? ¿Ayudo a otros? ¿Siento compasión por los demás? ¿Creo en Dios? ¿Qué tanto espacio tiene la espiritualidad en mi vida?

Quiero detenerme en el aspecto de ayudar al entorno, a la comunidad. Si colaboras realmente y ayudas a otros, puedes estar haciendo la diferencia. ¿Pagas el condominio? ¿Cuidas de no molestar con tu música o ruidos a los vecinos? ¿Evitas ensuciar las áreas comunes y las calles? ¿tienes conciencia ecológica?

Y más allá, ¿cómo ayudas a los otros? ¿Cómo puedes ayudar más a tu país? ¿Te mantienes indiferente, pasivo o indolente frente a lo que están viviendo otros y lo que está  pasando en tu nación? ¿Sólo buscas colaborar para figurar y recibir reconocimiento? 

Hay momentos en que no basta con no ensuciar, sino que es necesario ponerse a limpiar y sobre todo a enseñar a otros a no ensuciar; esto a todo nivel, en todos los sentidos.

Respira, relájate, conéctate con tu ángel y pídele ayuda para trazar tu rueda, para fijarte metas en cada área y sobre todo para que contribuyas a tu entorno, tu país, a la humanidad. Recuerda: todo lo que das regresa a ti. Todo lo que le haces a otros te lo haces a ti mismo y a tu familia, que somos todos.

Un abrazo en la luz.