lunes, 22 de noviembre de 2010

¡Qué emoción!

Foto: Psycology.com


Reconocer y drenar adecuadamente nuestras emociones, y respetarlas en los otros nos permite llevar vidas más sanas

Las emociones son parte importante de lo que nos define como ser humano. Hay quienes son más emotivos que otros, hay quienes no manifiestan lo que sienten, y como dicen, "la procesión va por dentro".

Afortunadamente, en los últimos años se le ha dado cabida al tema de las emociones y la inteligencia emocional en las empresas, la educación, la familia y la salud.

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestras emociones y la de los demás y la habilidad para manejarlas. El término fue popularizado en 1995 por el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, al publicar su libro Inteligencia Emocional. Según Goleman la inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios; manejarlos; reconocerlos; poder motivarse uno mismo, y saber relacionarse.

Numerosos estudios comprueban que el tener un elevado Coeficiente Intelectual (CI) no garantiza el éxito laboral. Una persona con un alto CI puede presentar serios problemas para relacionarse y manejar los conflictos de la vida diaria, y a la larga no ser ni medianamente feliz.

La pasión: motor de la vida
Sin pasión no hay avances en la vida. Cuando una persona siente pasión por lo que hace le inyecta energía a su vida, contagia a otros y puede ir de un logro a otro. Esa pasión es la que impulsa a seguir adelante aunque haya tropiezos.

¿Dónde está su pasión? ¿Cómo la vive?


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http://www.estampas.com/2010/09/22/cym_arti_que-emocion!_21A4497577.shtml