viernes, 26 de septiembre de 2014

Powa para comprender la vida

Prepararnos para nuestra muerte y para ayudar a otros a morir nos libera del sufrimiento y nos amplía la visión de la vida...
por TERESA LEÓN  |  imagen: SHUTTERSTOCK. Publicado por www.estampas.com








En nuestra cultura occidental, la muerte es un tabú.  En general se evita hablar de ella. Se le teme como el fin de toda la existencia, o como la obligación de afrontar el juicio final. El miedo a no saber qué nos encontraremos del otro lado del velo puede hacer que luchemos contra algo que es tan natural como inevitable.

Siendo inevitable, resultaría más sensato prepararnos espiritualmente para ella.

Además, ¿qué mejor tributo a un ser querido que ayudarlo a morir?  En el proceso de la muerte, a la mayoría nos gustaría estar acompañados por alguien entrenado que nos susurre al oído las palabras exactas que nos impulsen a la liberación de todo sufrimiento; que nos ayude a irnos sin miedo, en paz  y con la certeza de que nos espera el más puro amor incondicional de Dios.

"En Occidente, la única atención espiritual que suele prestarse a los moribundos es la de asistir al funeral. (...)  Todas las pretensiones de poder y éxito de que se jacta el mundo moderno sonarán a falsas hasta que en esta cultura todo el mundo pueda morir con cierta medida de paz, y hasta que al fin se haga algún esfuerzo para procurar que así sea", señala Sogyal Rimponché, maestro del budismo tibetano, egresado de la universidad de Cambridge en Religión Comparada y autor de El libro tibetano de la  vida y de la muerte.

Esa preparación para la muerte la logramos con el entrenamiento de la tradición tibetana llamado Powa, que significa "transferencia de la conciencia".

Esta práctica busca elevar el alma o conciencia de la persona en el momento de su muerte a la Divinidad, a la "tierra pura" de la luz infinita.  Al alcanzar tal altura, se liberaría de todo su karma y de la necesidad de re-encarnar para pagar sus deudas kármicas. Es el método más simple y más directo de alcanzar la iluminación. Lo aplicamos en nosotros mismos y para ayudar a otros.

Según la tradición tibetana, el estado mental y emocional que tengamos al morir determina lo que viviremos después. Si llegamos a la muerte con rabia o sufrimiento, la tendencia a esos sentimientos se va a manifestar en la vida futura. En caso de no lograr impulsarse lo suficiente para alcanzar la total iluminación, por lo menos se alcanzaría la armonía necesaria para un renacer mejor. 

Universal
"Es una herramienta muy poderosa y universal, accesible a cualquier persona. Es una práctica que no implica ningún rito que choque con alguna religión", señala Zoldy Parra, maestro budista que dirige el centro de Budismo Vajrayāna del linaje Drikung Kagyu en Caracas.

Así lo explica Sogyal Rimponché: Me preguntan "si mi pariente o amigo es cristiano y yo soy budista ¿puede surgir algún conflicto? ¿Qué conflicto puede haber? Yo les digo que están invocando la verdad, y tanto Jesucristo como Buda son manifestaciones compasivas de la verdad, que se presentan de distinta manera para ayudar a los seres".

"El practicante de Powa ha alcanzado una gran comprensión de la realidad, y gracias a ese nivel de comprensión de lo que es la vida, el espíritu y el paso de un estado a otro, puede ayudar a otros", agrega Zoldy Parra.

Ayuda a Venezuela
La inseguridad y el miedo a la propia muerte o la de un ser querido a manos del hampa figuran entre los mayores sufrimientos en nuestro país.

"El Powa es un medio para comprender la realidad; no sólo la muerte, sino la vida. Nos permite desarrollar el desapego, superar el duelo y entender que todos los seres son dueños de su karma y van a tener una vida corta o larga según sus deudas kármicas", añade Parra, cuyo centro ha organizado la visita del Lama Drupon Thinley Nyingpo Rimpoché, quien transmitirá la práctica 
del Powa y otras enseñanzas en Caracas este mes de septiembre.

Con el Powa, se pierde el miedo a la muerte. "Esto podría incluso cambiar la conciencia de un país", añadió Parra. "El Powa incluso nos podría hacer sentir felicidad al percibir la liberación del alma de la persona que fallece".

¿Qué le diría a las madres que lloran la muerte de un hijo y a todos los que están pasando por el dolor de la pérdida de un ser querido? "Les diría que lean El libro tibetano de la vida y de la muerte (ed. Urano). Allí encontrarán enseñanzas no sólo para afrontar la muerte, sino para entender mejor la vida", señaló Parra.

Al entrenarse, usted le puede aplicar el Powa a un ser que tenga tiempo fallecido, si considera que realmente lo necesita.

Cuando los familiares se aferran a un ser querido fallecido, pueden impedirle que siga su camino al plano que le corresponda.  "Hay seres desencarnados que están atrapados en lo que se conoce como el estado de los espíritus errantes, y sufren porque no tienen la capacidad de discernir lo que les está pasando. Esto ocurre también cuando en vida tienen muchos apegos a personas o sitios. A ellos se les puede ayudar con el Powa", explica Parra.

"No podemos esperar una buena muerte si nuestra vida ha estado llena de violencia. Si deseamos morir bien, hemos de aprender a vivir bien", escribió el Dalai Lama.

Como señala Sogyal Rimponché, para quien se ha preparado, la muerte llega "como el momento más glorioso que corona toda la vida".  Preparémonos para vivir y morir bien, para que nuestra alma se funda con la luz divina de Dios; por nosotros y por la humanidad.

Coordenadas:
www.drikungvenezuela.org
Email: drikungkagyu.venezuela@gmail.com

domingo, 14 de septiembre de 2014

Abundancia


Que la Divinidad se haga presente como una expansión de abundancia de todo lo bueno en nosotros y nuestras vidas, amén!

Si a nosotros, siendo humanos, se nos ensancha el alma al dar amor en hechos concretos y en cosas materiales, me imagino que la mente divina, el amor cósmico, la fuente de toda vida y abundancia,  o sea, la Divinidad, se expande constantemente en olas de amor y armonía al regalar a cada instante vida, amor, oxigeno, fuego, fuerza, fe y todo lo que necesita la Tierra para producir abundancia. Me imagino que se expande en luz cuando nos regala constantemente ideas y recursos para producir abundancia material.

El dinero es energía divina, de amor, materializada. 

Estamos inmersos en realidades colectivas que influyen en nosotros. Pero depende mucho de nosotros cómo reaccionamos y qué hacemos con lo que sucede a nuestro alrededor.
Se ha usado el dinero para manipular a otros, presionarlos o mantenerlos en su zona de comodidad. Esto puede ser una traba para que las personas mantengan sus valores en alto, trabajen con honestidad y busquen a Dios.
¿A quién le conviene mantener a la gente demasiado ocupada y agobiada buscando la comida de cada día? Los que se benefician de distintas maneras; los que quieren mantener a la humanidad dormida...

No permitas que las preocupaciones por lo material te quite tiempo para ocuparte de tu desarrollo integral, de tu despertar y avance espiritual.

No eres víctima de los otros. Eres co-creador de tu vida. La realidad colectiva se une a tus creencias, miedos particulares y todo lo que te coloca en una posición de abundancia o escasez. Por algo estás en esa realidad llamada país.

Pero tú sí puedes trabajar en tu abundancia; al hacerlo ayudas al país y a la humanidad.  Al limpiar la conciencia de escasez y limpiar tus memorias individuales que te afecten en tu vida, estás colaborando con tu familia, con la humanidad. Por resonancia, como ejemplo de vida,  como onda que se expande desde ti, ayudas cuando avanzas.

Recuerda que al encender tu luz iluminas tu entorno.

Individual y colectivo 
Muchas de las causas de la pobreza están en la mente, actitud, creencia, emociones negativas.

Trabajar desde lo espiritual: cambiar creencias, soltar miedos a la escasez, pedir perdón por el mal uso del dinero, dar un diezmo o un servicio consciente para ayudar a otros, cuidar lo que decimos a diario sobre la abundancia, es vital.

Pero también es de suma importancia tomar acciones concretas, en lo material y terrenal, para depurar y mejorar la conciencia de abundancia individual y colectiva.

A medida en que se introduzcan cambios, como por ejemplo campañas en los trabajos públicos y privados para el respeto al tiempo del otro, cumplir horarios, hacer el trabajo lo mejor posible, tratar a los demás con respeto y amabilidad, iremos mejorando con sociedad y humanidad.

Siendo el trabajo una de las principales fuentes de abundancia, es de suma importancia hacerlo bien. En el trabajo pones una energía que se te devolverá de varias maneras.

Prácticas
Imagen de abundancia.  Crea en tu mente una imagen que represente la abundancia y piensa en ella varias veces al día. Puede ser un árbol lleno de frutos, tus despensas con abundancia, mucho dinero en tu cartera, el estado de cuenta bancario con el monto que deseas, etc.

Las palabras. Cada vez que oigas a otros quejarse, afirma para ti: Bendigo la abundancia divina aquí y ahora. Yo soy recibiendo la abundancia de mi Padre.

Hazlo por ti y tu país:  Imagina los estantes de los supermercados llenos de todo lo que necesitamos, queremos y nos gusta y merecemos. Decreta: en mi país, vivimos en abundancia y progreso. Bendigo la abundancia de todo lo bueno material y espiritual para mí, mi familia, mi país, la humanidad.

Poderosa liberación:
Como hijo, hija de Dios, que yo soy, pido la asistencia de nuestro amado maestro Jesús, de los ángeles y arcángeles para que en este momento irradien su poderosa energía de sanación y borren, liberen, transmuten toda creencia, toda emoción y toda acción de esta vida y otras vidas que me hayan alejado de la abundancia.

Como hijo, hija de Dios, que soy renuncio y revoco todas las promesas, juramentos, pactos, contratos, votos y lealtades conscientes o inconscientes que ya no me sirvan para mi avance y mi vida en abundancia.

Pido perdón, Padre, me perdono y perdono todo y a todos. Pido absolución kármica y la liberación de todas las memorias y experiencias distintas a la abundancia y prosperidad, en mi mente y cuerpos.

Lo Siento, Perdóname Padre, te amo, te doy gracias.

La poderosa y sagrada luz divina inundan mi ser y mi vida, limpiando y transmutando;   instalando y ampliando mi conciencia de abundancia.

La energía divina se materializa como la abundancia de todo lo que requiero para cumplir mi misión en esta vida. La gracia divina me acompaña ahora y siempre y con ella produzco, genero y recibo la abundancia de mi Dios, a manos llenas. Amén, que así sea. Gracias, gracias, gracias.