Blog dedicado al tema de la ESPIRITUALIDAD y el DESARROLLO HUMANO. Aquí compartiré algunos de mis artículos, información sobre talleres, meditaciones y otras actividades. Que el Angel de la Inspiración nos sonría por aquí, eleve nuestra frecuencia y compartamos luz. Namasté.
lunes, 25 de julio de 2011
El yo en la pareja
Por Teresa León, publicado en revista Estampas
Dejar un espacio para la sana individualidad favorece la vida de una relación amorosa
Al vivir en pareja, una buena parte de la individualidad debe ceder espacio a la vida en común, a las decisiones en conjunto, al compartir tiempo, pertenencias, planes, familia nueva y futuro. Sin embargo, para que la unión funcione adecuadamente, cada uno de sus integrantes debe conservar una cuota de vida propia.
Lo que significa "vida propia" varía de una persona a otra, según sus valores, creencias y tradiciones. Sin embargo, podríamos definirla como la manera particular de ser del individuo, lo que incluye sus gustos, pensamientos, sentimientos, aspiraciones, responsabilidades y actividades que son solo suyas y que no tiene, necesariamente, que compartir con la pareja.
Así como cada cabeza es un mundo, cada pareja es una entidad con sus propias dinámicas, normas y costumbres en cuanto a lo que corresponde a lo individual y lo que entra en la vida compartida de ambos.
Muchas veces, la división entre "mi" vida y "nuestra vida" queda sobrentendida y se va estableciendo según lo que va pasando en pareja. Sin embargo, éste es un tema que debería conversarse a fin de aclarar qué entiende cada uno por "lo mío" y "lo nuestro"; así como negociar y llegar a acuerdos para que la pareja en conjunto establezca una sana y flexible división entre ambas dimensiones.
Como señala el doctor Bernardo Aguilera Ballesteros en su libro Vivir en Pareja (Alfadil Ediciones), "Es preciso determinar, en cada caso y en cada negociación, cuáles de las áreas de la vida han de tomarse como 'áreas de confluencia' y cuáles como 'áreas de autonomía'".
Las áreas de confluencia son aquellas cuyas actividades y conductas involucran a las dos partes de la pareja; y por tanto deben ser necesariamente negociadas y convenidas para el bien del ajuste de la relación. Aquí podría entrar la vivienda, presupuesto familiar y aportes de dinero por parte de cada uno, sexualidad, educación de los hijos, etc.
En las áreas de autonomía entran las actividades que corresponden a lo privado y personal de cada uno; "pertenecen al fuero interno de cada cual". Aquí "ocurren pensamientos, sentimientos y acciones que se pueden comunicar, informar y compartir, y hasta consultar en busca de consejo, pero no se someten a la aprobación del otro ni es necesario justificarlas o explicarlas". Pueden pertenecer a estas áreas los asuntos relacionados con la familia de origen, ideas y prácticas religiosas, estudios, profesión, aficiones y hobbies. Como lo explicó Aguilera, psicólogo que acumuló muchos años de experiencia como consejero matrimonial, los intentos de intervenir en el fuero interno del otro, ya sea de forma velada o abierta, serían una invasión a su intimidad, "y crean disturbios emocionales, incomodidades, resentimiento y luego disgustos, reclamos, acusaciones, peleas y el paulatino deterioro de la relación".
"Quisiera llevar el cabello corto, pero a mi esposo no le gusta", "mi esposa no me deja que visite a mi mamá", "tuve que dejar de ir al culto que practicaba para no incomodar a mi pareja", "no me deja ni respirar, parece una sombra detrás de mí". Frases como estas pueden indicar que la vida privada de esa persona está siendo invadida por el otro, quien estaría irrespetándolo como individuo con derecho a tener una vida propia.
"Dejé mi hobby favorito porque a mi pareja no le gustaba como a mí y me sentía culpable si lo dejaba solo para ir a practicarlo". Hay quienes consideran que al vivir en pareja están obligados a dejar de ser individuos para adaptarse completamente al otro y renuncian a sueños, profesiones e incluso a cumplir sus obligaciones morales y materiales con hijos de uniones anteriores, solo para complacer a la pareja actual.
"La pareja es una comunidad de intereses, la unión de personas que son afines pero no son la misma persona", señala la psicóloga Urimare Casthttp://www.blogger.com/img/blank.gifillo. "Si la persona cambia su manera habitual de ser por adaptarse a la pareja, eso podría indicar que algo no anda bien".
Entre las primeras señales de alerta de que se está perdiendo la sana autonomía está el malestar y la molestia en la cotidianidad. "Si estamos cediendo nuestros gustos y valores en muchas de las áreas ya hay una señal de alarma. Si hay algo que me incomoda mucho es porque no tiene nada que ver conmigo; no pertenece a mi naturaleza. Cuando ya el malestar es gigantesco y la persona se siente muy triste o con rabia, frustración, deseos de venganza e impotencia, ahí hay algo que hay que revisar porque se está transgrediendo su dignidad", añade Castillo.
completa la lectura aqui:
http://www.estampas.com/2011/07/16/imp_el-yo-en-la-pareja.shtml
lunes, 11 de abril de 2011
Estire su tiempo
¿Tiene tiempo de sobra? ¿Le alcanza para hacer todo lo que quiere? Tal vez sea de los pocos afortunados que pueden responder afirmativamente. Son muchos los que sienten que andan en una carrera contra el reloj para cumplir con todas las actividades laborales y compromisos , en ocasiones teniendo que dejar por fuera de las atestadas agendas la recreación e incluso horas de descanso.
El tiempo es oro, reza el dicho. A diferencia del oro o el dinero, el tiempo perdido o mal gastado es muy difícil de recuperar. Al igual que el dinero, el tiempo es un recurso, que se puede aprender a manejar efectivamente para nuestro beneficio y del entorno donde nos desenvolvemos.
Más que querer controlar el tiempo, la idea es organizarnos en función del tiempo. ¿Qué hacer?
Prioridades
Si tiene claro sus objetivos y lo que quiere haber alcanzado al terminar el día, la semana y el mes, así como sus metas a mediano y largo plazo, podrá establecer sus prioridades y dedicarle tiempo a las actividades según la importancia que tienen para sus objetivos.
Planificación
Tómese unos minutos cada día para planificar lo del día y utilice los últimos cinco minutos de la jornada para revisar si cumplió lo que había planificado.
Planifique una revisión de sus actividades y del cumplimiento de los objetivos que se ha trazado a mediano y a largo plazo.
Lo importante y lo urgente
Hay actividades que son importante, como por ejemplo la planificación y la prevención, que si no atienden pueden convertirse en asuntos urgentes. Asimismo, hay urgencias que no son importantes; es decir, cosas que tiene que atender de inmediato, como llamadas telefónicas y otras interrupciones, que le quitan tiempo para lo que realmente le importa y beneficia.
Al final de este texto, se incluye la Matriz de la Administración del Tiempo que propone Stephen Covey en su libro Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva. En ella se combina las dimensiones de lo No importante e Importante con lo No Urgente y lo Urgente. Resulta interesante revisar qué cantidad de tiempo le dedica a cada dimensión.
Lo ideal es manejarse en el cuadrante que combina lo Importante con lo No urgente; lo cual indica que se da suficiente tiempo a la planificación y a establecer prioridades y se cumple con los planes.
Si usted no tiene definida sus metas claramente, "es fácil despreciar cosas Importantes y dejarse distraer por las Urgentes", señala Covey.
Agenda
Es muy recomendable llevar por escrito sus actividades; así podrá visualizarlas y mantener presente cuáles son las importantes y las urgentes.
Llevar una agenda le permite dejar en un papel una gran cantidad de cosas que le ocupan espacio en la mente. Mientras más cosas tenga en la mente con la etiqueta de "cosas por hacer" más sentirá que se le acorta el tiempo.
Si especifica el tiempo que le dedicará a cada actividad en su agenda podrá planificar y organizarse mejor. Al hacer una revisión, podrá saber si dicha actividad le tomó más horas de lo pensado inicialmente, analizar las razones y las posibles correcciones. Si se le asigna más tiempo de lo necesario a un asunto luego podrá reducirlo para evitar ineficiencia en el manejo del tiempo.
Tenga en cuenta un tiempo para los imprevistos.
Por roles
Es recomendable hacer la planificación de actividades según sus roles: como individuo, padre o madre, hijo, pareja, trabajador, etc. Establezca sus roles y los objetivos que quiere alcanzar en cada uno de ellos; póngales fecha de ejecución y de revisión.
Como individuo debe atender su salud, lo que incluye la cantidad adecuada para el descanso. No dormir lo suficiente por ocuparse en otras cosas puede hacerle "perder" más tiempo luego, al tener que estar en una cama días o semanas recuperándose de alguna enfermedad.
Biorritmos
Algunas personas son más noctámbulas, otras más tempraneras. Aproveche sus horas más productivas para las actividades que le requieran mayor atención y creatividad.
Registro
Para tomar conciencia en qué está empleando su tiempo se recomienda anotar, durante una semana, por ejemplo, cada una de las actividades que realiza a diario. Si hace una llamada, anote cuánto tiempo le llevó, así como la cantidad de veces que habla por teléfono. Anote cuántos minutos le dedica a revisar sus correos electrónicos, a las conversaciones, a las reuniones, etc.
Distractores
Es muy probable que en su día haya una considerable cantidad de los llamados "ladrones de tiempo", al igual que asuntos que realmente puede delegar, atender a distancia o eliminar definitivamente de su agenda.
Las llamadas telefónicas no importantes, trivialidades, cadenas en los correos electrónicos, etc. son asuntos No importantes No urgente que le roban tiempo.
Conversaciones de pasatiempo
Hay conversaciones que sólo matan el tiempo. En los pasillos, por teléfono, e incluso en las reuniones de trabajo se puede caer en estas conversaciones en las que no se busca resolver nada, no hay propuestas, no se explora el punto de vista de los otros, ni posibles soluciones; ni siquiera se busca hacer catarsis. Los temas típicos son el estado del tiempo, enfermedades, farándula, etc.
Otras Recomendaciones
-Delegue.
-Aprenda a decir que no.
-Evite los perfeccionismos.
-Sea conciso y concreto, tanto en su forma de hablar como en el actuar.
-Haga un buen uso del correo electrónico y del teléfono. Fíjese un horario para revisar sus correos. Limite el tiempo de sus llamadas.
-Sea puntual y exija puntualidad.
-Sea realista, el día sólo tiene un cantidad finita de horas.
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