domingo, 20 de abril de 2014

Jesús, El Maestro del Amor Divino



El Cristo, Dios hecho hombre, Hijo unigénito de Dios
Señor de señores, Rey de reyes.. (como plasmó Georg Friedrich Handel en su magistral obra musical El Mesías) 
Su grandeza no cabría en un solo nombre o manera de llamarlo.

En mi fantasía, imagino que le pregunto si le podríamos llamar EL MAESTRO DEL AMOR DIVINO y me imagino que me responde que sí con una sonrisa.

Desde nuestra limitada mente humana, podemos palpar algo de su gran amor en sus enseñanzas, en el trato que tuvo hacia los demás, en su fe en Dios, en su perdón incondicional a todos. Y es que el amor es la base de la misericordia y compasión, del agradecimiento, de la fe y confianza, de la generosidad, de la paz.
Jesús es el Maestro no sólo por enseñar, sino por su maestría, su dominio, del amor, a tal punto de personificarlo, de manifestar esa esencia divina en la vida humana. Maestro por lo que era y ES.
Es el maestro siempre vivo. Como escribí en este blog el año pasado, no nos concentremos en El ensangrentado en la cruz, sino como El Cristo iluminado. 

Recordémoslo como el maestro que dominaba los elementos y que caminaba sobre el agua, que convirtió el agua en vino, que resucitaba muertos, que sanaba... amaba.
Oremos juntos, recordando que dijo que cuando dos o más estuvieran unidos en su nombre, El estaría allí.
Dediquemos estas oraciones y poesías... para darle las gracias por sus enseñanzas, por su amor y compañía.
Jesús es mi Dios, Jesús es mi Esposo, Jesús es mi Vida, Jesús es mi único Amor, Jesús es todo mi ser, Jesús es mi todo."
Madre Teresa de Calcuta. 
te invito a seguir la lectura aquí:

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